viernes, 20 de enero de 2017

Las aves que cometen incestos xxx

Cuando puse título a este mi nuevo blog, no pensaba hablar solamente de pingüinos. Me gustaría que fuera un lugar donde mostrar toda la fauna que existe en la actualidad en nuestros polos, que cada vez tienden a ser menos (los animales, y los polos, los dos ambos); pero para empezar, os voy a contar una curiosidad sobre nuestros amigos de alas palmeadas.

Resulta que estas divertidas criaturas, los Spheniscidae, que viven en grupos más o menos extensos, practican el sexo en familia sin ningún pudor ni recato. Para ellos, eso del incesto debe ser algo así como un mal menor, puesto que si no agarran de un miembro de su clan, ¿cómo van a luchar contra la extinción?


Cierto que hubo de haber un momento en que ninguno compartía lazos sanguíneos con otro, pero después de siglos de cópula y mezcla genética, no hay manera de saber si estás teniendo sexo entre hermanos. Cierto que no tengo idea de si saben diferenciarse entre ellos mismos (a mí me parecen unos animales preciosos, pero soy incapaz de distinguir uno de otro), pero difícil creer que, aunque hayan vivido a escasos metros unos de otros, se sepan reconocer como adultos a la hora de la reproducción, teniendo como referencia ese tiempo de unión fraternal; que por cierto no es muy largo, pues un polluelo de pingüino se vuelve adulto en apenas tres semanas.

Por suerte, los animales no suelen tener el problema moral con este tema, así que eso de pensar: "Estoy cometiendo incesto con mi madre" no es algo que les quite el sueño, y seguramente tampoco se les pase siquiera por la cabeza. Es lo bueno de vivir en libertad, que no hay manera de que los tabúes humanos te alcancen, y así poder seguir el curso de la naturaleza sin comerte mucho la cabeza.

Aunque también hay que tener en cuenta una cosa: si no tiran del incesto, ¿cómo van a poder reproducirse si no? Como ya he dicho, se podría considerar un mal menor, pero es que casi no hay mal en esta práctica en el caso de unos animales que viven en el culo del mundo, por ende helado, y para colmo con pocas habilidades para sociabilizar con otras colonias de semejantes.

Imagino que los pingüinos no serán los únicos que se ven abocados a esta situación, y la verdad, tampoco creo que les importe. En estos casos, el hecho de tener unas sobrinas xxx, un poco descocadas y guarrillas, no es motivo de escándalo ni mucho menos; es más, gracias a ellas, se podría solucionar el mantenimiento de la especie, así que ¡viva el sexo familiar!

Este articulo va un poco en tono de coña, como podéis ver, jeje. Otro día, os contaré algunas curiosidades de algunas de las especies que viven en los polos helados, de forma más contrastada y para que todos disfrutemos conociendo cosas nuevas sobre estos animales.